Si no estamos muy familiarizados con la mitología podemos llegar a confundir los dioses de diferentes culturas. Un error muy común en cuanto a mitología es confundir a los dioses griegos y los romanos. Si bien existen algunas coincidencias entre estas mitologías es importante aprender a diferenciarlas.
La primera diferencia entre estas mitologías antiguas es que la griega es mil años más antigua que la romana. Las semejanzas surgen a partir de la conquista romana a Grecia donde terminaron adoptando algunos rasgos de esta cultura. Sin embargo, los romanos modificaron algunas cuestiones de esta mitología como los nombres de las deidades.
En primer lugar cabe mencionar que los dioses griegos y romanos se diferencian por sus nombres. Los dioses griegos cuentan con nombres propios mientras que los romanos se llaman como los planetas. Salvo algunas contadas excepciones, los romanos les cambiaron los nombres a los dioses romanos y los bautizaron como a los planetas.
Otras diferencias entre los dioses de estas culturas tiene que ver con lo que simbolizan estas deidades. En muchos casos los romanos conservaron lo que representaban estos dioses griegos en su mitología. Sin embargo, en otros casos le añadieron otros simbolismos a las deidades de su mitología.
Los dioses más importantes de la mitología griega incluye a: Zeus, Hera, Ares, Afrodita, Apolo, Artemisa, Poseidón, Atenea, Dionisio, Hestia, Hades, entre otros. Para los romanos estos dioses se llamaban: Júpiter, Juno, Marte, Venus, Apolo, Diana, Neptuno, Minerva, Baco, Vesta, Plutón respectivamente.
En fin, la diferencia entre los dioses griegos y romanos parte de la adaptación que hicieron los romanos de la mitología griega. Como adoptaron la misma mitología, los dioses son los mismos solo que les cambiaron los nombres. Los nombres de los dioses romanos sirvieron de inspiración a la hora de ponerle nombre a los planetas de nuestro sistema solar.
Curiosidades sobre los dioses griegos y romanos
Tal como hemos mencionado los dioses de estas mitologías se diferenciaban principalmente por sus nombres. Esto quiere decir que a efectos prácticos se trataba de los mismos dioses con nombres distintos. También tenían en común la jerarquía de estos dioses donde Zeus/Júpiter gobernaba a los demás dioses.
Ambas mitologías describían a estos dioses con cualidades, virtudes y vicios demasiado humanos. Algunas diferencias se encontraban en la forma en que cada cultura decidía imaginar y relatar las historias de estas deidades. La mitología se caracteriza por reunir los mitos y leyendas que conforman la parte religiosa o mística de una cultura.
Por estas razones, cada mitología cuenta con toques propios de cada cultura a la que pertenece. Los mitos y leyendas que conforman la mitología se nutren de las creencias y los saberes populares de la gente. Incluyen historias sobre el origen y la creación del mundo, las diferentes deidades con sus virtudes e historias, entre otras cosas.
No es de extrañar que las mitologías griegas y romanas tuvieran sus propias visiones y teorías sobre estos temas. Y como se trata de culturas tan antiguas han servido de inspiración a la hora de formar teorías más modernas. Por ejemplo, algunos aspectos de la astrología se basan en temas de estas mitologías, lo mismo sucede con conceptos astronómicos.