Existen una gran variedad de ejemplares marinos que desconocemos y podemos llegar a confundir. Es importante diferenciarlos ya sea que te interese aprender a distinguirlos por curiosidad o cuando consumes frutos del mar. Entre los errores más comunes sobre estos ejemplares marinos se encuentran los crustáceos y moluscos.
Los crustáceos
Estos ejemplares marinos se caracterizan por tener un caparazón que puede ser duro o flexible. La palabra crustáceo justamente deriva del término crusta del latín que significa corteza o costra. Existen dos tipos principales de crustáceos que se diferencian por el largo de su cuerpo: Están los crustáceos de cuerpo corto como los percebes y los crustáceos de cuerpo alargado como los langostinos.
Los crustáceos son animales artrópodos que se caracterizan por vivir en el agua. Físicamente, los crustáceos presentan un caparazón, tienen numerosas patas, cuatro antenas y unas mandíbulas fuertes. Algunos ejemplos de crustáceos son los cangrejos, las langostas y los langostinos.
Los moluscos
Estos animales se caracterizan por tener un cuerpo blando que protegen con una especie de concha. El origen de la palabra molusco se encuentra en el término molluscus del latín que significa blando. Existen distintos tipos de moluscos y se pueden clasificar en un primer momento por la concha con la que se protegen o la falta de la misma.
De esta manera podemos distinguir entre: Los moluscos univalvos que se protegen con una única concha, los bivalvos que tienen dos o los cefalópodos que no tienen ninguna o pueden presentar una serie de tentáculos. Algunos ejemplos de moluscos: La lapa es un molusco univalvo, las ostras y mejillones son bivalvos, mientras que el pulpo es un cefalópodo.
Tanto los crustáceos como los moluscos se incluyen dentro de la clasificación de mariscos, pero describen distintas especies de animales. Tal como señalamos, los crustáceos cuentan con un caparazón duro que forma parte de su fisonomía. Los moluscos, en cambio, poseen un cuerpo blando que en la mayoría de los casos recubren con alguna clase de concha.
Otras diferencias entre crustáceos y moluscos
Si bien ambos tipos de animales son principalmente acuáticos, algunos de ellos pueden sobrevivir o habitan en el medio terrestre. Los crustáceos se encuentran en los distintos cuerpos acuáticos y en todas las profundidades. Estos animales cuentan con un gran número de especies de una gran variedad y se caracterizan por dominar los mares.
Ambos tipos de animales pertenecen a la clasificación de invertebrados aunque presentan distintas características anatómicas. Los crustáceos, por su lado, cuentan con un esqueleto externo que los caracteriza e identifica. Este exoesqueleto es un caparazón bastante duro que los protege y va mudando con el tiempo. Los moluscos no tienen ningún esqueleto, por el contrario, cuentan con un cuerpo blando que protegen con conchas, como el caracol.
Siguiendo con sus características fisonómicas, los crustáceos presentan varios pares de patas que les permiten desplazarse. Los moluscos, por su parte, tienen un pie de gran musculatura que los ayuda a cazar, nadar y moverse. También se diferencian en su forma de reproducción, aunque ambos ponen huevos, la mayoría de los moluscos son hermafroditas.