Las palabras basílica y catedral se usan muchas veces de manera indistinta para llamar a cualquier iglesia. Lo cierto es que cada uno de estos términos debe su uso a la denominación que el vaticano da a cierta construcción religiosa. En este sentido puede suceder que una basílica también sea catedral o que una iglesia sea las dos cosas a la vez.
La basílica es una construcción de origen romano con forma de paralelogramo que se ubica, generalmente, en sitios de gran concurrencia. En su estructura posee un extremo con una entrada de pórtico y un ábside. En su interior hay un pasillo al que se unen otros de menor tamaño y con diversas columnas.