La aptitud y la actitud son dos conceptos que muchas veces se confunden por su similitud al escribirlas. Ambas se relacionan con características que puede tener una persona y con su influencia en el desarrollo de una tarea o en la productividad. Sin embargo la aptitud apunta a las capacidades de una persona, mientras que la actitud está relacionada con el carácter.
La aptitud es la capacidad o habilidad que tiene una persona para realizar cierta tarea. Está relacionada a la destreza de la persona. La aptitud puede estar relacionada al desarrollo de actividades profesionales o a la capacidad emocional de una persona.
La actitud, por otro lado, es la manera en que una persona exterioriza lo que siente emocionalmente respecto a una situación. Se trata de algo relacionado a la vida personal de una persona, a las influencias sobre ella y el efecto de la sociedad. La actitud depende de muchos factores, entre ellos las vivencias y la personalidad.
La aptitud suele ser lo que destaca a una persona como aquella capaz de llevar a cabo cierta actividad. Por ejemplo cuando una persona está buscando trabajo, en su hoja de vida suele indicar cuáles son sus aptitudes profesionales en cierto campo. Ésto hará que destaque por sobre otros postulantes si sus aptitudes son buenas.
En el campo de la psicología la aptitud se relaciona con las capacidades cognitivas de una persona. Por ejemplo su capacidad de aprender algo rápidamente y aplicarlo en la vida real. La actitud, en cambio, dentro de la psicología se percibe como algo que depende más de la voluntad de la persona.
La actitud se relaciona con el modo en que una persona responde ante las situaciones que se le presentan en cada momento. Por ello se puede hablar muchas veces de actitud positiva o negativa.
Mientras que la aptitud se relaciona con las capacidades o habilidades de una persona para realizar cierta tarea, la actitud apunta al comportamiento de la persona respecto de lo que le sucede.
Una persona con actitud positiva será aquella que ve el lado bueno de lo que sucede y no se deja llevar por malos pensamientos. En cambio una actitud negativa será aquella que tiene a centrarse en lo malo y pensar en las cosas que pueden salir mal.
La aptitud y la actitud se construyen de diferente manera
La aptitud es algo que se adquiere mediante aprendizaje y estudio. Una persona será apta para hacer cierta tarea como consecuencia de su esfuerzo en aprenderla.
La actitud, en cambio, es el resultado de la inteligencia emocional de una persona. Se construye con el tiempo en función del carácter, los pensamientos y los hábitos de una persona.
Ambas pueden ser adquirida o naturales, y del mismo modo ambas pueden cambiar a lo largo del tiempo. A su vez ambas pueden relacionarse y tener consecuencias en lo que una persona hace. Por ejemplo una actitud buena o positiva puede influir en la mejora de la aptitud para cierta actividad.