El dengue y el ébola son dos enfermedades diferentes que comparten síntomas un tanto parecidos y puede prestarse a confusiones. Sin embargo, ambos pueden causar efectos distintos y cada uno conlleva un tratamiento específico. Por estas razones resulta importante aprender a distinguir uno del otro y consultar a un profesional para un diagnóstico certero.
El Dengue
Esta enfermedad se transmite a través de la picadura de un mosquito conocido científicamente como Aedes aegypti. Los principales síntomas del dengue son cansancio general y fiebres altas, pero también puede provocar hemorragias. Por esto último, el dengue es una enfermedad peligrosa que puede resultar fatal en ciertos casos.
Teniendo en cuenta que a esta enfermedad la transmite un mosquito, el peligro de contagio es mayor durante el verano. Sin embargo, el dengue no está presente en todo el mundo y es más común en países tropicales cuyo clima es húmedo y caluroso. Para evitar contraer dengue se recomienda el uso de repelentes y mosquiteras, así como evitar la reproducción de estos insectos.
El Ébola
Se trata de un virus que se transmite por contacto de fluidos u órganos de animales que se encuentran infectados. Los principales síntomas del virus del ébola son dolor de cabeza, garganta y muscular, sensación de debilidad, diarrea y vómitos, erupciones cutáneas, fiebre súbita. En ciertos casos pueden presentarse hemorragias tanto internas como externas.
Este virus tiene un período de incubación de entre 2 y 21 días, por lo que los primeros síntomas tardan varios días en aparecer. No existen medicamentos que sirvan para combatir este virus, por lo que el tratamiento se centra en paliar los distintos síntomas. También se recomienda controlar regularmente los distintos signos vitales en caso de encontrar indicios de shock.
Habiendo desarrollado un poco cada enfermedad podemos concluir que la principal diferencia entre ellos radica en su origen. De esta manera, el dengue se transmite mediante la picadura de un mosquito, mientras que el ébola se contrae al manipular animales infectados. Los casos más comunes de ébola ocurren cuando se manipulan animales enfermos o que fueron encontrados muertos.
Otras diferencias
Para evitar que el dengue se propague se recomienda voltear recipientes que puedan contener aguas estancadas. Esto se debe a que esos son los principales focos de reproducción de los mosquitos. Por lo que si evitamos que los mosquitos se reproduzcan estamos reduciendo las probabilidades de propagar el dengue.
Algo a tener en cuenta con respecto a estas enfermedades es que el ébola es mucho más mortífero que el virus del dengue. El ébola resulta además mucho más contagioso que el dengue ya que podemos contraerlo ante cualquier contacto con animales o personas infectadas.
Otra diferencia entre estas enfermedades radica en el período de incubación que tiene cada una. El dengue tarda entre 3 a 14 días en presentar síntomas, mientras que el ébola va de 2 a 21 días. El tratamiento para el dengue se centra en la rehidratación y bajar la fiebre, el del ébola también busca rehidratar al paciente y cuidar en caso de hemorragias.