En un sentido bíblico, la fe puede ser utilizada como confianza. Es decir, en la Biblia ambos conceptos se usan de la misma forma y la confianza es la continuación de la fe. Ambas dependen de la otra en la vida de una persona, pero cuando se pierde la fe es una lucha perdida. Si el individuo deposita todas sus esperanzas en la fe, una vez que se pierde, se queda sin nada.
La fe es un concepto espiritual y se considera una lealtad hacia un ser, que puede o no existir. Por ejemplo, las personas religiosas depositan su fe en Dios pero también pueden hacerlo en otro individuo, ya sea amigos o familiares. Tener fe en Dios es creer que Él puede hacer todo lo que necesitan las personas. Cuando se tiene fe, se cree con el corazón y la cabeza.