Nuestro lenguaje tiene ciertos términos que solemos usar como sinónimos cotidianamente. Sin embargo, a pesar de sus similitudes, algunos de estos términos cuentan con ciertas diferencias que es necesario conocer. Un ejemplo de ello se encuentra en los conceptos de robo y hurto, ambos se refieren a la acción de apoderarse de un bien ajeno.
La diferencia entre estos términos radica en si el delito se efectúa empleando violencia o no. De esta manera, el robo es el que presenta el uso de la fuerza, que se realiza con violencia o amenazas. En un robo, el delincuente tiene actitudes o acciones violentas con la finalidad de apoderarse del bien ajeno.