Tanto en nuestro vocabulario común como en terminología más técnica o científica se utilizan los términos homogenea y heterogenea. Se trata de dos conceptos contrarios que suelen generar algunas dudas sobre qué significa cada uno. Por esta razón, es importante aprender a distinguir uno del otro, conocer en qué se diferencian.
Estos términos son comúnmente utilizados en el campo de la química para describir mezclas o soluciones. En este sentido, se dice que una mezcla es homogénea o heterogénea dependiendo la apariencia o características que presenta. Aquí es donde nace la diferencia principal entre ambos conceptos y luego se puede trasladar a otros ámbitos.
Se dice que una mezcla es homogénea cuando presenta uniformidad, se ha incorporado completamente. Una solución homogénea se consigue a partir de la mezcla entre dos o más elementos que se incorporan totalmente. Esto quiere decir que esos elementos se unifican, se vuelven una misma cosa y no es posible distinguirlos en la mezcla.
En cuanto a una solución heterogénea, pasa lo opuesto al caso anterior, no se unifican los elementos en la mezcla. De esta manera, una solución heterogénea presenta una mezcla de diferentes elementos visibles que no llegaron a unirse bien. Una mezcla heterogénea no consigue una solución uniforme al combinar diferentes componentes.
Algo que caracteriza a las mezclas homogéneas es que pueden dividirse en partes iguales. Al ser una solución uniforme, todos los elementos se mezclaron equitativamente por lo que si esa solución se fragmenta cada parte tendrá la misma cantidad de elementos. Cuando dividimos una mezcla homogénea cada fracción contendrá la misma cantidad de sustancias que la conforman.
En una solución heterogénea no se consigue una mezcla uniforme debido a la composición o estructura de los elementos utilizados. Algunas sustancias pueden presentar una textura o densidad que resulta incompatible con la de las demás y por eso nunca se unifican del todo. En algunos casos puede suceder que parezca una mezcla uniforme a simple vista, pero al observarla con detenimiento se descubre que no lo es.
Características de las soluciones homogéneas y heterogéneas
A las mezclas homogéneas se las denomina soluciones. Cuando se crea una solución homogénea es muy difícil separar los elementos que la componen por medio de métodos mecánicos. Algunos ejemplos de mezclas homogéneas son la salmuera, los plástico, la cerámica, el aire, entre otros.
Así como las soluciones homogéneas pueden dividirse con igual cantidad de elementos en cada fracción, con las mezclas heterogéneas no sucede lo mismo. Cuando dividimos una mezcla heterogénea cada fracción tendrá cantidades desiguales de las sustancias que la componen.
Algunos ejemplos de mezclas heterogéneas se consiguen al combinar sustancias como: el agua y el aceite o agua con rocas o arena. Si intentamos mezclar agua y arena en un frasco, por ejemplo, observaremos cómo la arena se hunde en el mismo. La densidad de la arena no permite que se unifique con el agua de forma homogénea.