Resulta muy común confundir los conceptos de limbo y purgatorio si desconocemos a qué se refiere cada uno. Estos conceptos suelen vincularse a ideas religiosas e indican dos lugares que se encuentran entre el cielo y el infierno. Sin embargo, lo cierto es que ambos representan conceptos diferentes pertenecientes a distintas ideologías.
En un primer momento podemos decir que la doctrina desarrollada por la Iglesia Católica no reconoce al limbo como un lugar específico. Por otra parte, el purgatorio no se describe específicamente como un lugar, sino más bien un estado o proceso. Aunque las confusiones con respecto a estos “lugares” surgen a partir de la clasificación del inframundo propuesta por teólogos medievales.
Durante la Edad Media, algunos teólogos identificaron un lugar específico en el que el inframundo se dividía en distintas partes. De esta manera, la división que propusieron contemplaba cuatro secciones: En primer lugar el infierno de los condenados o Gehenna, el purgatorio, y dos limbos, uno destinado a los bebés y otro a los padres.
El limbo
De acuerdo a esta división, el limbo indicado fue propuesto por el filósofo Agustín y lo definió como el lugar al que se enviaban los niños sin bautizar. En un primer momento dicho limbo era un lugar del infierno al que castigaban a estos niños que morían sin ser bautizados. Tiempo después, Tomás de Aquino definió al limbo como un estado de felicidad para esos niños que no fueron bautizados.
La palabra limbo deriva del término homónimo del latín que significa borde o límite, por lo general asociado al infierno. Aunque la teología católica también lo suele identificar como el estado posterior a la muerte. El limbo se divide en dos, el limbo infantium destinado a los niños y el limbus patrum destinado a los padres.
El purgatorio
De acuerdo a la división del inframundo antes mencionada, el purgatorio sería el lugar en el que las almas se preparan para el cielo. Sin embargo, sería más correcto definirlo como un estado donde se lleva a cabo la purificación más que un lugar. Esto se debe a que para poder llegar al Cielo las personas deben estar libres de pecado.
Según la ideología teológica, el purgatorio es el lugar donde las personas que han cometido pecados deben pagar por ellos. Es en el purgatorio donde son castigados por los pecados que cometieron hasta saldar sus cuentas. Dependiendo de lo que sucede durante su estadía en el purgatorio las personas son destinadas al Cielo o el Infierno.
Otras diferencias
Si bien el limbo ha sido definido como el lugar al que van los niños que mueren y no son bautizados, están libres de pecado y no deberían ser castigados. El limbo de los adultos se describe como el lugar destinado para las almas que fueron excluidas del cielo por algo ajeno a ellas. También en el limbo se encontraban las almas de los creyentes que murieron antes que Cristo resucitara.
En abril del 2007 el Papa propuso que se excluyera el concepto y la idea del Limbo en la doctrina católica. Esto se debió a la continua confusión que generaban los conceptos de limbo y purgatorio. Desde entonces, todos los niños que mueren antes de ser bautizados entran directamente al cielo.