Para que la vida en sociedad funcione con normalidad y armonía se necesitan reglas, organización y cierto control. En este sentido, no es de extrañar que la sociedad se guíe por una serie de normas. Entre esas normas podemos diferenciar entre las de tipo jurídico y las morales que pueden coincidir en algunas cosas pero no son lo mismo.
Como bien dijimos, la vida en sociedad debe contar con una organización, un control y unas reglas a tener en cuenta. Estos aspectos aseguran que la dinámica social funcione correctamente y de forma armoniosa. A su vez, esos aspectos que organizan y regulan la vida en sociedad componen un aglomerado de cumplimiento obligatorio.
Así podemos distinguir entre dos tipos de normas que reinan en una sociedad. Las normas jurídicas, por un lado, forman parte de los principios del Derecho y el sistema judicial. Se trata de las normas que organizan la conducta humana para que siga las expectativas de orden de la sociedad. Las normas jurídicas presentan un carácter obligatorio porque de lo contrario se procede a penalizar las faltas.
Por otro lado tenemos las normas morales, que también pretenden encausar la conducta humana siguiendo ciertas reglas. Lo que las diferencian de las normas jurídicas es que las normas morales no poseen un carácter obligatorio. Sin embargo, no respetar las reglas morales puede resultar reprochable por parte de los demás.
Las normas jurídicas se encuentran sustentadas por leyes y códigos de conducta. En éstos se explicita cómo deben proceder las personas en cada situación. También se describen cuáles son las faltas y los castigos que las acompañan. No respetar las normas jurídicas posibilita a que los organismos de control entren en acción para aplicar la sanción que corresponda.
Aunque tengamos leyes y códigos de conducta que nos dicten las maneras de actuar correctamente, la moral también cumple un papel a este respecto. Sin embargo, las normas morales pueden tener un carácter más bien subjetivo, es decir que no todos lo comparten. Esto hace que no exista un consenso general con respecto a este tipo de normas.
Otras diferencias entre normas jurídicas y morales
Recalcando el carácter subjetivo de las normas morales, hace falta señalar que éstas se limitan a la conciencia de cada persona. En este sentido, no existe un organismo externo que aplique un castigo cuando se quebranta alguna norma moral. Lo que no quiere decir que no sufrirá las consecuencias de su falta, serán las demás personas las que lo rechacen y reprochen su conducta.
Las normas jurídicas presentan un carácter más bien objetivo y generalizado en la sociedad. A diferencia de las normas morales que son subjetivas y no toda la sociedad adhiere a ellas. Las normas morales tienen una validez a nivel ideológico, mientras que las normas jurídicas cuentan con validez material. Las normas jurídicas son obligatorias, las morales no.
En la filosofía se ha debatido largo y tendido sobre las diferencias entre estas normas. Las conclusiones más relevantes destacan el carácter legal de las normas jurídicas, hacemos lo que nos indica la ley. Mientras que las normas morales se basan en la voluntad y en las creencias propias.