La luz puede generar una serie de efectos notables como los colores, que nuestros ojos pueden ver al interpretar la luz. Otros ejemplos de fenómenos generados por la luz son los de refracción y reflexión que suelen ser confundidos. Sin embargo, se trata de dos fenómenos diferentes y es importante aprender a distinguirlos.
La refracción se produce cuando observamos imágenes a través de vidrios. En estos casos ocurre que al atravesar un material transparente como un cristal o incluso el agua, el haz de luz cambia de dirección. En esos momentos, el haz de luz atraviesa esas superficies de forma oblicua.
Por su parte, la reflexión ocurre cuando la luz impacta en una superficie, una parte cambia de dirección rebotando hacia su origen. Ese rayo de luz que rebota de la superficie se denomina rayo reflejado. El efecto de reflexión no solo ocurre con la luz sino que también puede darse con ondas sonoras.
La refracción se da con vidrios o cristales como los que usan los anteojos o las lupas, por ejemplo. En el caso de la reflexión, los espejos o superficies bien pulidas generan este fenómeno en contacto con la luz. El recorrido de la luz al entrar angularmente en un nuevo medio se desacelera y cambia de dirección o el rayo se divide.
Existen dos tipos de reflexión con rayos de luz, la reflexión especular y la reflexión difusa. La primera se produce cuando el rayo de luz se termina reflejando en el mismo ángulo. En el otro caso, la reflexión difusa se da cuando cuando la luz se refleja en una superficie con textura rugosa. Esa superficie hace que la luz se disperse en varias direcciones.
El efecto que se genera con la refracción se caracteriza por deformar las imágenes observadas dependiendo el ángulo en el que llega a la superficie destino. En cuanto a la reflexión, se genera cuando la luz impacta en una superficie y una parte de esa luz vuelve al mismo lugar de dónde salió. Por ello podemos vernos reflejados en un espejo, por ejemplo.
Otras diferencias entre refracción y reflexión
La refracción produce que el rayo de luz cambie de dirección y velocidad adoptando un sentido oblicuo al impactar sobre una superficie refractaria. Esto quiere decir que ciertos cristales separan dos medios que contienen diferentes índices de refracción. Por esa razón el rayo de luz sufre alteración al entrar de contacto con ese tipo de superficies.
En cuanto a la reflexión de la luz, esta sucede cuando un rayo de luz impacta en una superficie desviándose de regreso al ángulo original. El efecto de reflexión cuenta con dos leyes, la primera reza que tanto el rayo incidente como el reflejado y la normal se hayan en el mismo plano. La segunda ley dice que el ángulo de incidencia es equivalente al de reflexión.
El efecto de refracción tiene origen en el cambio de velocidad que se produce en la propagación de la onda. Un ejemplo de refracción se puede observar cuando sumergimos un lápiz en un vaso con agua, allí notaremos que el lápiz aparece como quebrado. Se cree que los espejismos que se presentan en el desierto pueden ser otro efecto de refracción.