El agua es uno de los recursos naturales más preciados que existen y representa un 70% de la superficie terrestre. Sin embargo, de todo ese porcentaje solo el 3% es agua dulce, apta para el consumo humano. El resto del agua presente en el planeta es agua salada que conforma los cuerpos acuáticos de mares y océanos, principalmente.
En esencia estos tipos de agua lucen iguales, lo que diferencia una clase de otra es su composición, su ubicación y su uso. A continuación vamos a describir las características de cada uno de estos tipos de agua y detallaremos las diferencias entre ellas.
Agua dulce
El agua dulce es aquella que contiene la menor cantidad de sales minerales disueltas en su composición. Es este tipo de agua la que podemos convertir en potable a través de una serie de tratamientos. Esto quiere decir que luego del proceso de potabilización, el agua dulce es aquella que podemos consumir normalmente.
Esta clase de agua, además del consumo humano, es la que utilizamos para bañarnos, limpiar y lavar cosas. También es el agua utilizada en la producción de energía en las plantas hidráulicas. Podemos encontrar agua dulce en cuerpos acuáticos tales como: Cascadas, lagos, lagunas, manantiales y ríos, o bien podemos encontrarla en estado sólido en glaciares, masas de hielo y casquetes polares.
Agua salada
En el caso del agua salada, a diferencia del agua dulce, cuenta con una cantidad considerable de sales minerales en su composición. Con una cantidad de 35% de sales minerales en su composición tiene un gusto particularmente salado. Entre dichos minerales, el que podemos encontrar en mayor cantidad es el cloruro de sodio que es, básicamente, la sal que empleamos para cocinar.
El agua salada la podemos encontrar en fuentes como los mares y océanos, es decir, los cuerpos acuáticos más grandes del planeta. La totalidad de mares y océanos contienen el 97% de la totalidad del agua existente en el planeta. Debido a la cantidad de sales que contiene esta clase de agua no resulta apta para el consumo humano.
Otras diferencias entre agua dulce y agua salada
Así como el agua dulce atraviesa un tratamiento para volverse potable y apta para el consumo, el agua salada también puede ser procesada. Sin embargo, se trata de un proceso complejo y demasiado caro que no siempre tiene resultados exitosos. Existen personas que se dedican al proceso de desalinización del agua salada, pero aún no se encuentra un método totalmente eficaz.
Los usos que podemos darles a estos tipos de agua también sirven para diferenciarlos. El agua dulce es apta para el uso doméstico (se puede beber y utilizar para hacer comidas, para higienizarnos, lavar cosas y regar plantas). También es apta para el sector agropecuario en cuanto a los cultivos y para alimentar a los animales. Además sirve como fuente de energía, para uso industrial o bien en deportes y actividades de ocio.
El agua salada por su parte se utiliza como un recurso alimentario para la crianza de animales acuáticos. También se la puede emplear como una fuente de energía, como la energía mareomotriz o bien las vinculadas al gas y el petróleo. Los cuerpos acuáticos salados representan vías de transporte comercial y turístico.