Dentro de una sociedad las personas pueden tomar diferentes posturas en lo que respecta a la religión. Las experiencias personales así como la propia forma de pensar hacen que una persona opte por uno u otro camino en lo que respecta a las creencias. Existen por ello dos conceptos que pueden señalar dos posturas diferentes, ateo y agnóstico.
Ser agnóstico implica no tener una certeza total a cerca de la existencia de Dios. Si bien el agnóstico puede aceptar que para otros existan dioses, para él no existen tan conocimiento o algo que le permita confirmarlo. El agnóstico solo aceptar aquello que puede ver o que es totalmente seguro.
Ser ateo, por otro lado implica un rechazo total a la existencia de algún Dios. Una persona atea no cree para nada en todo lo relacionado a dioses o seres superiores. En este caso hay una ausencia total de creencia. Suele considerarse que la persona atea no es religiosa, sin embargo hay quienes tienen sus propias creencias a modo de religión.
Si bien el término agnóstico se aplica comúnmente al aspecto religioso, también se puede ser agnóstico sobre otros temas. Así mismo el agnóstico es alguien que no descarta totalmente la existencia de un ser divino, a diferencia del ateo que si lo hace.
Ser agnóstico implica que al no haber pruebas que demuestren la existencia de un Dios, no cree totalmente. El ateo es más extremista y considera que no hay posibilidad alguna de que pueda existir un Dios.
El ateo prácticamente niega o descree totalmente en la vida después de la muerte, mientras que el agnóstico no lo niega totalmente pero tampoco lo acepta sin razón.
Existen en todos el mundo una gran cantidad de religiones al igual que diferentes maneras de aceptarlas o vivirlas. Muchas personas en la actualidad se declaran ateas abiertamente.
Muchas veces lo que lleva a una persona a pensar de un modo u otro son las experiencias personales. Hay quienes creen en Dios pero luego de una situación traumática que resulta injusta dejan de creer e incluso culpan a las deidades de sus problemas.
Ser ateo o ser agnóstico implica diferente postura
Para un ateo saber si Dios existe es algo imposible. Aun así existen ateos que a pesar de sostener eso, también creen que en cierto momento de la historia se supo sobre la existencia de Dios pero con el tiempo eso se dejó de creer. El ateo no solo no cree en Dios, sino en ninguna entidad que no pueda ver en la realidad.
Para un agnóstico las pruebas o declaraciones que hablen de la existencia de Dios no tienen peso o fundamento. Pero al mismo tiempo no descreen totalmente en aquellos que de algún modo hablan de Dios. Así mismo un agnóstico, además de aceptar que desconoce la existencia, cree que aquellos que si creen son quienes deben buscar fundamentos.