El plátano y la banana son dos frutas que habitualmente se confunden por su apariencia tan similar. Sin embargo, a pesar de parecer la misma fruta, presentan claras diferencias tanto en su aspecto como así también en algunas de sus propiedades y componentes. El modo en que se consumen también es diferente para cada fruta.
El plátano es una fruta de tamaño más reducido que la banana, y se caracteriza por tener unas pequeñas manchas marrones o negras sobre la cáscara amarilla. A diferencia de la banana contiene mayor humedad en su interior y por eso resulta una fruta más jugosa.
La banana es la fruta de cáscara amarilla y pulpa blanca, de mayor tamaño que el plátano. Suele tener una forma bastante recta y su color es generalmente amarillo sin manchas de color. El consumo de banana es en general mayor al del plátano.
Ambas frutas se diferencian también en su cáscara. La cáscara de la banana es bastante más delgada que la del plátano. Así mismo, la cáscara del plátano, cuando la fruta está totalmente madura, se pone de un color negro. En el caso de la banana este cambio de color también se produce, aunque en tal caso la fruta no es consumida ya que suele ennegrecer por dentro también.
Si bien ambas frutas poseen altos valores de hidratos de carbono y potasio, la banana se caracteriza por tener una mayor concentración de carbohidratos que el plátano.
Ésto mismo hace de la banana una fruta que resulta muchas veces pesada para el hígado del ser humano. Así mismo genera cierta sensación pastosa en la boca cuando se consume.
El plátano tiene más proteínas, fibras y mayor cantidad de potasio que la banana, la cual a su vez tiene más vitamina C que el plátano.
El plátano y la banana se consumen de diferente manera
En cuanto al consumo de cada fruta, la banana se suele consumir cuando está madura y casi siempre cruda. Muchas veces la banana se come luego de enfriarla en una heladera.
El plátano, aunque también se consume crudo cuando está bien maduro, en la mayoría de los casos se lo consume cocinado. Ésto se debe principalmente a que su sabor al comerlo crudo resulta bastante amargo. En cambio al cocinarlo se vuelve dulce.
El plátano es muy común que se consuma frito o cocido, incluso en forma de puré al pisarlo. Se lo suele utilizar tanto para la elaboración de comidas dulces como saladas.
La banana tiene un sabor muy dulce, e incluso puede resultar empalagosa. Por eso mismo se la consume casi siempre a modo de postre luego de una comida salada, o como colación entre comidas. Se la come sola, con dulce de leche e incluso en batidos con otras frutas.
En muchas ocasiones ambas frutas se suprimen de la alimentación cuando se realiza una dieta. Ésto se debe a la creencia de que su alto valor calórico puede generar aumento de peso en una persona.