Existen diferentes tipos de interacciones y relaciones entre los organismos que habitan en un ecosistema. La forma en que interactúan y se relacionan entre sí las distintas especies puede afectar al ecosistema y entre sí de distintas maneras. En cierta forma estas interacciones pueden terminar afectando la estabilidad característica del ecosistema.
Las principales relaciones simbióticas antes mencionadas pueden clasificarse como comensalismo, mutualismo y parasitismo. Debido a sus características, o bien por desconocer sobre el tema, pueden llegar a confundirse unas con otras. Si bien el mutualismo se trata de una interacción equilibrada, las otras dos presentan una interacción desproporcionada.
¿A qué se refiere el comensalismo?
El comensalismo señala un tipo de relación simbiótica donde una especie resulta beneficiada, pero la otra no resulta afectada. La razón por la que estos conceptos pueden confundirse tiene que ver con que en ambas solo una parte involucrada se beneficia. Sin embargo, lo que diferencia al comensalismo es que, aunque una se beneficia, la otra parte no se ve afectada o perjudicada.
Este tipo de relación podría compararse con una especie de asociación entre las especies involucradas. La parte que resulta beneficiada suele conseguir apoyo, locomoción, nutrición y hasta refugio de la otra. A la parte beneficiada se la denomina comensal, un ejemplo de este tipo de relación se encuentra en las garzas de ganado.
¿Y el parasitismo?
En el caso del parasitismo ocurre que una de las partes de la interacción se beneficia a cuestas de la otra. Esto quiere decir que la parte pasiva resulta perjudicada en la relación ya que la otra especie es un parásito. Así como en el comensalismo se daba una especie de asociación, en el parasitismo la relación no es mutua.
La especie que se beneficia de las otras en este tipo de relaciones se denominan parásitos. Estos seres se caracterizan por vivir dentro o sobre otros organismos para poder adquirir nutrientes de ellos. Por lo general, el organismo que oficia de huésped de los parásitos sufren efectos negativos a raíz de esta relación.
Otras diferencias entre comensalismo y parasitismo
Tanto el comensalismo como el parasitismo consisten en dos tipos diferentes de interacciones simbióticas. Las dos cuentan con dos especies en convivencia y se trata de interacciones importantes para que el ecosistema se mantenga estable. Tal como hemos señalado, la diferencia radica en que el comensalismo no perjudica a la otra parte, mientras que el parasitismo sí.
Entre los efectos adversos que puede ocasionar la relación de parasitismo se cuentan la interrupción de ciertas funciones metabólicas y todo tipo de daños. Lo paradójico de esta relación simbiótica es que el parásito necesita del huésped para poder sobrevivir. Existen dos tipos de parásitos, los que viven fuera del cuerpo de su huésped se llaman ectoparásitos. Y los que viven dentro de su huésped se conocen como endoparásitos.
Los humanos también cuentan con parásitos entre los cuales se encuentran los ectoparásitos, los helmintos y los protozoos. Entre estos parásitos podemos mencionar a los piojos y a los gusanos. En el mundo vegetal también podemos encontrar especies de plantas parasitarias que se unen a otras para poder nutrirse.