El ser humano experimenta a lo largo de la vida diferentes carencias o anhelos. Algunos de ellos le resultan de vital importancia para seguir adelante con su vida y poder subsistir, mientras que otros corresponden a elementos no necesarios pero que igual reclaman su atención. De ésto nacen los conceptos de necesidad y deseo.
La necesidad es aquello que siente una persona cuando tiene una carencia de algo. Puede tratarse de una carencia afectiva o material. El término se aplica a las necesidades básicas o imprescindibles de una persona para vivir, por ejemplo la alimentación, la buena salud, la vivienda, entre otras.
El deseo, a diferencia de la necesidad, es lo que siente una persona cuando anhela cierto elemento, cuando siente interés respecto a algo. El deseo no es algo que la persona necesita para vivir, sino más bien un interés que puede ser temporal o no, pero no es imprescindible.
La necesidad apunta a cosas realmente necesarias para la supervivencia de una persona o al menos para poder vivir dignamente. Es algo que debe tener la persona. Existen diferentes tipos de necesidades: las fisiológicas como poder comer y beber, las afectivas como el cariño, el amor o la amistad y también existen necesidades que afectan mucho la vida de una persona y su crecimiento como el progreso o éxito que resulta del empleo.
El deseo a diferencia de la necesidad nace de la carencia de algo que no es imprescindible o esencial para vivir. Suele nacer de un recuerdo de algo que se disfrutó o una proyección que se hace de algo.
Una persona que siente deseos de algo tiene que haber cubierto primero sus necesidades.
Hay diferentes tipos de deseos. Por un lado deseos de cosas materiales, como por ejemplo tener cierto vestido, un libro nuevo, un reloj dorado. Hay deseos afectivos como anhelar la atención o afecto de una persona en particular, o incluso deseos asociados a gustos que una persona quiere darse, como comer un plato exótico, beber un jugo exprimido.
El deseo nace muchas veces de una necesidad. Una persona puede necesitar algo como alimentarse, ya que tiene mucha hambre, pero a su vez esa necesidad hace que desee un plato en especial o cierta comida que es su favorita.
Ejemplo de necesidad y deseo
Muchas veces las personas mezclan ambos conceptos en la vida diaria, a pesar de saber la diferencia entre uno y otro. Un ejemplo de ello sería la actitud de una persona que dice necesitar ropa nueva todos los meses porque no tiene nada, cuando en realidad no es así.
Que una persona tenga mucha sed y necesite beber agua, porque se está deshidratando, implica una necesidad. En cambio si una persona está paseando y de repente tiene antojo de tomar un helado o una bebida fría, lo que siente es más bien un deseo. Ya que no es algo que realmente necesite sino algo asociado a un gusto que quiere darse.