El tornado y el huracán muchas veces se confunden entre sí y conducen a llamar de manera indistinta a estos dos fenómenos. Dentro de los diferentes fenómenos naturales que pueden afectar al planeta, el tornado y el huracán forman parte de los más peligrosos y destructores. El modo en que se originan y sus características son las que permiten diferenciarlos.
Un huracán es una tormenta de gran intensidad y violencia. Científicamente este fenómeno recibe el nombre de ciclón tropical. Aun así dependiendo el lugar puede ser llamado de otra manera, como por ejemplo tifón. El huracán se caracteriza en primer lugar por un conjunto de tormentas que se dan en torno a un centro de baja presión.
El tornado, a diferencia del huracán, es una masa de aire que se mueve a gran velocidad con base sobre la superficie. A nivel de la tierra el tornado se muestra como una figura cónica que se mueve circularmente y termina a gran altura en una nube cumulonimbus. Este fenómeno se caracteriza por su fuerza y energía. Se puede decir que el tornado es un viento en torbellino.
Generalmente el huracán viene acompañado de fuertes lluvias y vientos muy intensos. Además se caracteriza por tener una espacio de aire en el interior donde no hay nubes y el movimiento se da hacia abajo. Este área se llama ojo del huracán. En el caso del tornado se pueden alcanzar velocidades del aire de hasta 490 o 500 kilómetros por hora.
La principal diferencia entre tornado y huracán radica en el espacio en el cual se forma cada fenómeno. El huracán siempre tiene origen sobre el agua, precisamente el océano. El tornado, en cambio, se forma siempre sobre la superficie terrestre o en lugares de la costa muy próximo a la tierra. Mientras que uno se forma en el agua, el otro lo hace siempre en la tierra.
Se puede decir que un tornado no se puede ver a simple vista. Simplemente se observa como una gran nube negra cuando, con su velocidad, mueve el aire, agua y elementos a su alrededor. El huracán es más fácil de reconocer a simple vista. Además, en el caso del tornado la posibilidad de anticipar su llegada es más difícil que en el caso del huracán del cual se puede determinar el origen y camino a seguir.
Aunque ambos fenómenos son muy peligrosos por su poder destructivo, el tornado puede alcanzar velocidades mucho mayores que el huracán. Por ello se suele considerar más arriesgado para el ambiente y los seres humanos. Mientras que el huracán puede tener vientos que no superan los 300 kilómetros por hora.
El tornado y el huracán tienen graves consecuencias
En este aspecto, cuando se habla de las consecuencias de los fenómenos, en ambos casos hay grandes peligros. Debido a la gran velocidad del viento los efectos de un tornado pueden ser mucho peores que los del huracán. Sin embargo esto dependerá siempre de si el sitio afectado tiene mucha población, poca o ninguna.
Algunas de las consecuencias son: lesiones, caída de árboles, caída de edificios y casas, muertes, entre otras. A pesar de los grandes avances tecnológicos han habido diversos casos donde ninguno de los dos fenómenos se predijo con la suficiente antelación para que la gente se prepare. De esta manera las consecuencias se agravan al igual que las posibles pérdidas. racán Irma que ha sido el más potente de la historia en el Atlántico.