Podríamos decir que tanto la ansiedad como el estrés son dos tipos de patologías que, aunque se parecen en cierta forma, son diferentes. Así, la principal diferencia entre la ansiedad y el estrés es que el segundo es un problema momentáneonike air jordan mid iowa state football jersey kansas city chiefs crocs keyvone lee jersey kansas city chiefs crocs brock bowers jersey custom nhl hockey jerseys brock bowers jersey adam and eve adult store jordan air force 1 philadelphia eagles jerseys for sale red and black jordan 1 jordan max aura 4 best human hair wigs for black females cheap baseball jerseys , mientras que la ansiedad es una patología mental constante.
Ambas pueden compartir ciertas causas, síntomas y efectos, pero se presentan de distintas maneras. Por lo general, estos dos estados se disparan ante situaciones amenazantes o exigentes, cuando sentimos perder el control. Y se caracterizan por una sensación de cansancio, irritabilidad y malestar generalizado.
Ansiedad
Antes mencionamos el carácter constante de la ansiedad, esto quiere decir que la ansiedad tiende a permanecer incluso luego del hecho que la dispara. Aunque el estrés y ansiedad pueden estar relacionados, su forma de manifestarse es diferente y requieren distintos tratamientos. La ansiedad no desaparece al descansar, relajarnos y mimarnos un poco como sí ocurre con el estrés.
Al tratarse de una patología mental, la ansiedad se caracteriza por generar miedo y preocupación constante, incluso sin una causa amenazante. En este sentido, la ansiedad cuenta con cierto factor paranoico además de acompañarse con ataques de pánico. Un ataque de pánico es una reacción física ante ciertas situaciones que se acompaña de ciertos síntomas: aceleración del ritmo cardíaco, dolor en el pecho, escalofríos, náuseas, sensación de asfixia, sudores y temblores.
Estrés
El estrés podría describirse como la forma en la que reacciona nuestro cuerpo ante momentos de mucha exigencia. De esta manera, es muy probable sentir estrés cuando estamos muy cargados de actividades o ante mucha presión. Por lo general, las personas que más padecen estrés son aquellas que trabajan mucho o los estudiantes cuando tienen que preparar un examen, por ejemplo.
En este sentido, resulta mucho más fácil identificar la causa de nuestro malestar o lo que nos genera estrés. Lo que quiere decir que el estrés es ocasionado normalmente por cuestiones externas o situaciones a las que nos enfrentamos. De esta manera, una vez concluye el hecho que nos genera estrés podemos relajarnos un poco.
Otras diferencias
Existen distintas formas referidas a cómo se debe lidiar con el estrés y cómo tratar la ansiedad. En los ejemplos antes mencionados sobre estrés, la mejor forma de lidiar con ello es concluir con el trabajo o rendir el examen. Una vez liberado de la situación de estrés nos sentimos mucho más relajados, también ayuda descansar un poco o tomarse un tiempo libre.
Algunos casos de estrés pueden derivar en un cuadro de ansiedad que no termina cuando lo que nos estresa concluye. En estos casos, el individuo siente mucha impotencia, miedo y hasta puede experimentar ataques de pánico. Para tratar la ansiedad se recomienda buscar ayuda profesional, que puede incluir un tratamiento terapéutico y/o medicación.
Mientras que podemos recurrir a distintas estrategias para lidiar con el estrés, la ansiedad supone un tratamiento más específico y profesional. A veces podemos liberarnos del estrés con alguna actividad recreativa, tomarse un día de descanso e incluso unas vacaciones. La ansiedad es una patología mental persistente, por lo que no resulta tan fácil liberarnos de ella.