El absolutismo y el totalitarismo son dos formas de gobierno basadas en una figura central de autoridad. Quizás por esa razón y porque comparten otros rasgos en común resulta muy frecuente creer que se trata del mismo concepto. Sin embargo, la definición de estos conceptos políticos es diferente e implican dos formas de gobierno distintas.
Antes de definir cada uno de ellos por separado cabe mencionar las características comunes de ambos. Tanto el absolutismo como el totalitarismo se caracterizan por reducir al mínimo la oposición política. En estas formas de gobierno resulta frecuente que la práctica política esté plagada de corrupción y nepotismo. También cuentan con un amplio poder militar que suele facilitar sus actividades y decisiones políticas.